Hola, primero que nada quiero agradecer a los que me siguen, cada vez que veo que aumentaron mis seguidores me dan una alegría, me siento acompañado y, además, con la "obligación" de seguir contando cosas.
Bueno, la primera cosa que les voy a contar fue mi primera "crisis" de escribidor. Tengo que reconocer que se originó bajo la influencia de Carlos Castañeda, autor mío de cabecera, que en uno de sus libros le tira un poco de mierda a esta actividad bloguera...en cierto sentido no deja de tener razón, si uno quiere de verdad ser un "guerrero" en el sentido castañediano, debería, en estricto rigor, dejar de exponer sus cotidianeidades en lugares como este. Para Castañeda es una pérdida de tiempo, y tiempo es precisamente lo que un guerrero tiene en la medida justa...todos los actos de un guerrero deberían tener a la muerte como consejera. Cuando tienes a la muerte de consejera, puedes apreciar las cosas en su verdadera perspectiva, o sea, estás en condiciones de apreciar lo que es importante y lo que no en la vida, y actuar en consecuencia...pero bueno, luego de pensarlo (y dejar de escribir) por un tiempo, he decidido que seré un guerrero que escribe blogs, vamos, que la perfección está muy bien pero yo quiero ser periodista, y si no escribo se va todo a la mierda con ese plan, ¿no creen?
Lo siguiente que les quiero contar es que, después de dos meses bastante intensos, hoy dejé Costa Rica. Atrás dejé un lugar hermoso, privilegiado por la naturaleza, con una energía muy especial y donde conocí a mucha gente, de esa gente que uno conoce cuando está de viaje y se generan esos vínculos "efímeros" que suelen privilegiar sólo los buenos recuerdos porque uno está de vacaciones, pero que no es tan así porque, en un tiempo de estadía tan largo, no todo es miel sobre hojuelas, especialmente cuando, como mucha gente que conocí en Costa Rica, se tiene que combinar placer con trabajo. Sí, porque lugares como Santa Teresa ofrecen la posibilidad de trabajar en turismo y "autofinanciar", de alguna manera, las vacaciones. Así conocí a "los chicos de la hacienda" (así llamados porque viven al lado del supermercado La Hacienda). No sé si alguna vez leerán estas líneas, pero a ellos quiero decirles: gracias por ser mi familia en Costa Rica. Pili, Juli, Caro, Tincho, Alex (Niño) me adoptaron como un hermano más. Como dije antes, en dos meses se viven muchas cosas, y en ellos supe encontrar cariño y amistad que me regalaron desde el primer instante. Gracias mis queridos amigos, nunca los olvidaré, son parte de las cosas buenas que me van pasando en este viaje, ojalá nos volvamos a ver pero si no, que sepan que los llevo en el corazón. También quiero recordar a Marcelita y Nacho por su re buena onda, a Sonny, Michele, Filipo, Shirley de la Soda El Jardín (¡me cuidó cuando me dio dengue!), y tanta gente que pasó y sigue en Santa Teresa. También a Beto, mi amigo del cole que decidió vivir feliz lejos de su patria y que fue el mejor guía que pude tener en Liberia... Y así cierro esta entrada, recordando a la gente que dejé, para seguir con este viaje que ya puedo calificar de lindo sin exagerar un ápice.
Ah, y ya sé que soy un fiasco con las fotos...qué le voy a hacer, periodista gráfico no voy a ser...pero en cuanto tenga un momento de tranquilidad, prometo poner algunas fotitos, hay unas buenazas de mi despedida en Costa Rica donde, además, salen "los chicos de la hacienda".
NIVEL DE SURF: INCÓGNITA (hace seis días que el mar no regala nada, a eso no se le puede llamar "surfear").
lunes, 11 de enero de 2010
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