¡Cómo pasó el tiempo en Chile! El terremoto me robó una semana completa (tuve que quedarme en Lima esperando que habiliten el aeropuerto) y la verdad es que sentí mucho la falta de esos días...Estuve muy poco en Santiago, ciudad que me gusta sólo por un rato pero que en esta oportunidad casi ni disfruté. Por otro lado, la experiencia pichilemina fue muy especial. El terremoto marcó mucho todo, desde las olas -que cambiaron su comportamiento por el movimiento del fondo de arena de todas las playas- hasta la gente -que, o dejó de ir, o estaba en una disposición de ánimo distinta a lo habitual.
Con todo, fue muy bonito ver de nuevo a la familia, cada vez más numerosa...mis hermanos se están encargando de hacer mis tareas, entre los dos ya suman ¡siete hijos! Vi muy bien a mis viejos, mis primos, en fin, que están todos bien y quedé muy contento de verlos así.
Surfísticamente hablando, es increíble pero cierto: en las cuatro semanas que estuve en Pichilemu no hubo ni un sólo día sin olas...es más: ni un día con olas menores del metro y medio. Insisto en que todavía casi nadie se da cuenta de que esto es el paraíso...El martes y miércoles pasado surfeé Infiernillo en las mejores condiciones en que lo he visto en mi vida. Está todo arenado por el tsunami, y la ola ha alargado su recorrido
considerablemente. Hay secciones que crecen conforme avanzas en la ola, y te puedes meter unos tubazos con salida que antes eran cerrones imposibles, incluso más de un tubo en la misma ola, la gente estaba flipando con las olas...
El miércoles a las 7 de la mañana lo fui a mirar y me recibió un mar super glassy, nada de viento y una ola que era un tubo desde el drop hasta el final, me fui corriendo a cambiarme y cuando volví ya habían 4 en el agua. Tres eran unos gringos que conocí en Mompiche (Ecuador) y que sabían que yo viví en Pichilemu muchos años, así que cuando entré me dejaron el point a mí solo (jeje), el otro era un peruano de aquellos especímenes rarísimos que caen de cuando en cuando al sur chileno a surfear (los peruanos no van nunca tan lejos y a lugares tan fríos por la sencilla razón de que en Perú hay 999.999 olas por todos lados). Mágica sesión que duró hasta las 9am porque llegaron todos los pro que están en período de espera para el Ceremonial de Punta de Lobos...Diego Medina, Conejo Farías, Chacha Ibarra, etc. dieron un increíble espectáculo, no acreditaban lo bueno que estaba, cada vez que me cruzaba con Medina me repetía: "¡Hay unos tubazos!"...Dejaban pocas olas pero aún así me quedé una hora más escamoteándoles lo que podía y un par de buenas olitas me llevé, la última un tubo en la última sección sin mojarme ni un pelo :-)
Con el dolor de mi corazón dejé Pichilemu sabiendo que iba a seguir con esas condiciones por muchos días más...ya tocaba enfilar hacia el siguiente destino: ¡Argentina!
lunes, 12 de abril de 2010
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